Reconectar la voz. Instalarse en el plano de su existencia. Cumplir con ella. Hacerla brava y sincera. Desenmarañar la madeja enredada de pensamientos confusos, tramados por voces externas.
Pausar el tiempo y su temple.
Hacerse un hueco en el pensamiento desasido de ecos. Abierto a la respiración del cuerpo.
Respirar profundo. Soltar lastres. Asideros represivos de una mente que busca su sitio.
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